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2016-09-01 08:32:02 Antón Meizoso Comunicación estratégica
Se ha perdido mucha confianza por parte de las nuevas generaciones en los viejos medios. Una desconfianza que, debido a la exposición continua y la abundancia de información, se ha visto alimentada por el desarrollo de un “detector” de noticias sin interés por parte de los lectores.
Este aspecto provoca que los usuarios, sobre todo los jóvenes, confíen en otro tipo de medios. Medios y canales que cuentan la realidad de una forma distinta y adaptada a los tiempos y que hacen más hincapié en la cultura y las raíces.
Estos días, con el Gobierno de España debatiéndose en las Cortes, las tendencias en las redes sociales han dejado claro que el hastío de ‘lo de siempre, contado como siempre’ ya no interesa. Sólo capta la atención lo anecdótico contado de manera distinta.
El grupo demográfico de los que hoy en día tenemos veintipocos años ha crecido en un ambiente caracterizado por dos aspectos:
- La crisis de la información: alimentada por la pérdida de confianza de los lectores en publicaciones tradicionales.
- La liberalización de las fuentes: alimentada por Internet, las redes sociales y el incremento del ancho de banda a nivel mundial.
Son muchos los nuevos medios que han surgido en los últimos años, sobre todo alimentados por el tráfico de las redes sociales, buscando captar de una manera continua atención y curiosidad. Han jugado con las noticias, y han sabido escoger cuáles interesan a las nuevas generaciones para engancharnos en sus redes y que no podamos vivir sin comentarle a un amigo: “Oye, ¿has visto el reportaje del tío que se ha colado en Corea del Norte a grabar cómo es la vida allí? Tremendo…”.
Y nos encanta. Nos fascina lo desconocido, eso de lo que nadie habla. Queremos estar todo el día informados, pero no de noticias de política, economía o agricultura contadas como siempre. Nada de eso. Lo que nos gusta es una actualidad diferente. Noticias contadas con un protagonista, desde dentro. Viejo periodismo a la nueva usanza.
Hablo de medios como Vice, Playground, Disorder, Buzzfeed o Upworthy, entre muchos otros. Medios que han sabido captar de forma increíble la atención de millones de jóvenes y no tan jóvenes de todo el mundo. Y no es una tendencia tan rompedora, puesto que ya El Huffington Post marcó el camino hace ya unos años. Tanto es así, que ya ha habido caídas sonadas como la ya difunta y pionera en medios digitales Gawker.
Hace ya una década que la prensa de papel se hunde como negocio. Sin embargo, los nuevos medios, llenos de frescura, se han convertido en imanes para el clic. Y lo han hecho creando contenido del que nadie más habla y que engancha de una forma mágica al lector. Podíamos decir que se trata de un auténtico fenómeno fan, en este caos periodístico.
No verás una noticia del estilo de Vice en El País, por ejemplo. Por lo menos no en su periódico en papel. Donde sí podrás verlas, o al menos parecidas, es en las revistas y webs que han sumado a sus cabeceras, ya sean creadas ex profeso o debido a asociaciones con otras publicaciones ya existentes. Verne y Jot Down (El País), Novo y Me asombro (La Voz de Galicia) o Papel y Metrópoli (El Mundo), entre muchos otros.
Estas publicaciones han nacido para tratar de frenar el gran impacto que están generando los nuevos medios digitales. Y lo están haciendo incluyendo noticias de cultura, moda, ciencia y muchas veces hasta simples curiosidades.
El futuro de la prensa y de los creadores de contenido pasa por una comunicación diferente y directa, capaz de atraer la atención del lector con noticias interesantes y de actualidad, huyendo de los estereotipos que vemos todos los días en redes sociales y en la red. Hablar de lo que nadie habla; y de una manera distinta.
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